Psicólogo Online
21/9/2019
8
min

Terapia Cognitiva. ¿En qué se basa?

La terapia cognitiva se encuentra dentro de las denominadas terapias “breves” o “focalizadas” y cuenta con fundamentación empírica basada en rigurosas investigaciones científicas. En la actualidad es una herramienta terapéutica con eficacia comprobada en casos de depresión y ansiedad, entre otro tipo de problemas relacionados con el estado de ánimo.Descubre qué es la terapia cognitiva, en qué consiste y conoce el porqué de sus logros terapéuticos.

¿Qué es la terapia cognitiva?

La terapia cognitiva es un tipo de psicoterapia que se basa en el estudio científico de la cognición de un individuo. Propone que las cogniciones (las ideas fijas, las creencias y las ideas que alguien tiene sobre el mundo que lo rodea) ocupan un papel protagonista en el origen de las alteraciones mentales. Es por ello que la terapia cognitiva y la terapia cognitivo conductual comparten algunos aspectos ya que la segunda establece una estrecha relación entre cognición y comportamiento.Se fundamenta en la idea de que, al transformar la representación de la realidad, se modifican emociones y patrones de conducta. ¿Cómo se entiende? Es simple: para esta rama de la psicología, el pensar, el sentir y el hacer de una persona son sistemas interdependientes. ¿Qué significa? Que, si varía un elemento, se alteran los dos restantes de forma positiva.Un ejemplo: Imaginemos a una mujer de mediana edad que no se cree capaz de conseguir pareja porque cuando era pequeña su madre la convenció de que nadie la soportaría y “quedaría para vestir santos”. Como consecuencia, se encuentra poco atractiva y se relaciona como si se sintiera un “patito feo”. En este caso en concreto, un profesional experto en psicología cognitiva trabajaría con esta mujer en la toma de conciencia de que la idea de origen es errónea. A medida que sea capaz de incorporar nuevos patrones de pensamiento, podrá sentirse distinta y actuar de manera diferente.

¿A qué debe su auge en los últimos años?

Desde hace algunos años, esta propuesta de intervención psicológica está haciéndose cada vez más popular en España. En efecto, la terapia cognitiva está en continuo desarrollo y en permanente expansión. Es en estos momentos, un abordaje terapéutico de eficacia científica comprobada.¿En qué temáticas? En trastornos psicológicos de lo más variados: desde adicciones y las ya aludidas ansiedad y depresión, pasando por ataques de pánico, fobias, estrés postraumático, el famoso TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) y problemas relacionados con la alimentación. En el caso específico de la depresión y la ansiedad, se considera uno de los mejores tratamientos disponibles dentro de las psicoterapias. Además, por tratarse de una terapia focalizada, cada vez es más demandada.

¿Cómo se interviene en una sesión?

Un tratamiento suele dividirse en tres etapas:

- Evaluación. La primera fase es la que corresponde a la evaluación psicológica de la persona. Se busca conocer a fondo su motivo de consulta. Saber qué busca y qué espera del tratamiento. En esta etapa se intenta llegar a un diagnóstico certero. El terapeuta suele compartir algunas ideas sobre lo que le pasa al paciente, de modo que pueda ir tomando consciencia de aquello e, incluso, aporte sus puntos de vista. Se establecen prioridades y objetivos a cumplir. La evaluación puede demorar de tres a cinco sesiones pero es algo orientativo ya que depende de cada caso en concreto.

- Tratamiento propiamente dicho. Es la fase más larga. Su duración varía de paciente en paciente. Se aplica un protocolo de técnicas (cada problema o alteración requiere de técnicas específicas) destinadas a favorecer el cambio más favorable para cada persona. Se van logrando de manera progresiva los objetivos planteados en la etapa de evaluación.

- Seguimiento. Las sesiones son cada vez más espaciadas (menos frecuentes). En dichas sesiones se va evaluando cómo la persona es capaz de mantener el cambio logrado y no sufrir recaídas. Se da el alta definitiva al paciente cuando se considera que el cambio alcanzado está debidamente consolidado.

¿En qué se basa el tratamiento de la terapia cognitiva?

El método terapéutico se caracteriza por llevar adelante un tratamiento que es:

1. Activo. En la terapia cognitiva tanto el terapeuta como el paciente ocupan roles activos dentro de la terapia. El terapeuta cognitivo no permanece en silencio. Es cuestionador (pregunta y replantea cuestiones) y hasta docente, ya que brinda ejemplos y da explicaciones en caso de que sean necesarias.

2. Directivo. El terapeuta es quien guía o dirige el tratamiento a través de sus intervenciones o directivas. Es un gran agente de cambio.

3. Estructurado. Se basa en determinadas etapas o pasos a seguir. El foco del tratamiento se pone en el presente del paciente: cómo piensa, cómo se siente y cómo actúa hoy. El diálogo tiene objetivos precisos; no es una charla a la deriva (sin sentido ni dirección). En todo momento lo que guía al terapeuta son las razones que llevaron a esa persona a su consulta.

4. Focalizado. Con tiempos limitados (por lo general, entre uno y dos años). El terapeuta planifica el trabajo terapéutico acotando el tratamiento a un periodo variable de tiempo. Hay un final. En la medida en la que se van alcanzando objetivos, la persona se va acercando a su alta. La duración del tratamiento dependerá del diagnóstico y/o motivo de consulta (hay temáticas que son de una resolución más rápida) y, en segundo término, del paciente. El paciente es protagonista y debe “moverse” para que la terapia logre dar sus frutos. Cuanto más “trabaje” en el logro de sus objetivos, más corto será su proceso de tratamiento.

¿Qué son los esquemas mentales para la terapia cognitiva?

Para la terapia cognitiva, al contrario de lo que resulta para la terapia conductual, los esquemas centrales son un elemento de vital importancia. Se los define como estructuras de pensamiento a partir de las cuales una persona interpreta la realidad y el mundo que le rodea. Estas estructuras, generalmente incorporadas en la niñez, pueden ser positivas o negativas, facilitadoras o no del cambio. Cuando no son funcionales para el bienestar del paciente, se trabaja en su transformación.Los esquemas mentales (también llamados esquemas cognitivos) producen ideas sobre todo (y todos) en general y sobre uno mismo en particular. Son las gafas con las que cada cual percibe la realidad. Por ello, hay tantas visiones del mundo como almas sobre el planeta Tierra.Por esta razón, cuando un evento vital resulta desestabilizador (casarse, divorciarse, cambiar de trabajo, una mudanza, etcétera), cada individuo responde a partir de su modo condicionado de pensar, sentir y actuar. Por ello, la misma circunstancia puede ser percibida como amenazadora o gratificante, de acuerdo con cada persona. La buena noticia es que, pese a lo que se cree, es posible cambiar las cogniciones para que, de manera congruente, la emocionalidad y las acciones del paciente también puedan cambiar. Aquí puedes leer más sobre la reestructuración cognitiva.

¿Qué es la famosa “triada cognitiva” sobre la que trabaja la Terapia Cognitiva?

Es una creación del psiquiatra y profesor norteamericano Aaron Beck, considerado uno de los precursores de la terapia cognitiva; o como también se le conoce, el padre de esta terapia. Se usa para tratar a pacientes depresivos, aunque es un modelo aplicable a cualquier paciente.Se basa en la idea de que, a partir de sus esquemas mentales, la alteración en sus patrones de pensamiento, lleva a estos pacientes a tener:

- Una visión negativa de sí mismos. Una notable baja autoestima que induce a subestimarse, infravalorarse y considerarse carente de cualidades positivas.

- Una visión negativa del mundo. Sensación de que no se avanza en la vida. Frustración continua. Permanente tendencia a ver obstáculos, problemas y excusas para salir adelante.

- Visión negativa del futuro. El porvenir es oscuro para alguien que se siente incapaz de progresar. Se da una expectativa negativa respecto de las experiencias futuras. Se tiende a pensar que nada puede cambiar. ¿Por qué? Simple: reina la desesperanza.

En las sesiones se ayuda a la persona a que trabaje los esquemas mentales o pensamientos automáticos que originaron estas visiones de la realidad. De esta manera, los pensamientos distorsionados se reemplazan por pensamientos más funcionales y positivos. ¿Qué se logra en consecuencia? Mejorar el ánimo del paciente y su consecuente conducta.

¿Por qué la terapia cognitiva es un modelo psicoeducativo?

Porque en el transcurso de un tratamiento se da una especie de reeducación del paciente. Se brindan técnicas terapéuticas que buscan motivar y propiciar un cambio. ¿En qué sentido? La terapia cognitiva busca el desarrollo de nuevas habilidades cognitivas, emocionales y conductuales.El terapeuta apunta a que su paciente vaya poniendo en práctica lo aprendido de modo que pueda utilizarlo en su beneficio una vez que ya no acuda a terapia. De esta manera, los pensamientos erróneos o que se consideren distorsionados, poco a poco, pasan a ser funcionales y positivos. Por otra parte, el paciente debe hacer, generalmente, tareas y ejercicios para mejorar o solucionar sus problemas de semana a semana. En por ello que también hay algo de educativo en este método.Resumiendo, la terapia cognitiva, como ya se ha dicho, es de amplio espectro. ¿Qué significa? Que es aplicable al tratamiento de diferentes problemas en distintos ámbitos (personal, familiar, laboral, escolar, etcétera). No solo se usa para tratar temas puntuales sino, además, crisis vitales, problemas que atraviesa un grupo familiar o una pareja. En síntesis, es un tipo de terapia breve de orientación práctica basada en evidencia científica. Por eso es confiable y medible. Su principal leiv motiv es mitigar el sufrimiento humano motivando los cambios necesarios para ello. De ahí su éxito actual y sus buenas perspectivas de cara al futuro.Alcanza tu mejor versión mediante la app de psicología de Therapyside. Somos la aplicación N.1 en psicología online y contamos con el mejor psicólogo para ti.

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