Laboral
16/5/2022
7
min

Por qué es importante saber comunicarme en mi puesto de trabajo

¿Alguna vez has tenido la sensación de que no te habías explicado bien a la hora de transmitir una petición a tu jefe? ¿O has caído en un conflicto comunicativo con un compañero acerca de las tareas a realizar? ¿Has sentido que habías generado el efecto contrario de lo que querías conseguir porque no te han entendido bien? Esto es algo que todos hemos experimentado en algún momento en nuestro puesto de trabajo. Comunicarse es un arte y, además, nuestros estados emocionales influyen a la hora de expresarnos, especialmente cuando queremos hablar de algo importante o vamos a tratar un tema delicado. Sin embargo, muchas veces encontramos que no sólo se trata de un problema puntual, sino que las dificultades a la hora de expresarnos se convierten en la tónica habitual. 

Las habilidades de comunicación son actualmente uno de los mayores tesoros que tienen las personas en su ámbito laboral. Tanto para obtener aquello que deseamos, como para justificar nuestro trabajo o un error, es importante hacer un buen uso tanto del lenguaje verbal como no verbal. Anteriormente pensábamos que las habilidades de comunicación sólo eran importantes para aquellas personas que trabajan de cara al público; sin embargo, hoy en día vemos que las empresas ponen en valor no sólo las aptitudes puramente profesionales en sus empleados, sino también sus habilidades interpersonales.

Para ser un buen líder o compañero, es importante saber crear un buen clima entre los miembros de nuestro equipo. Muchas veces no basta con ser un gran profesional, sino que también hay que disponer de habilidades de comunicación, y saber poner a funcionar la escucha activa, la empatía o la observación del lenguaje no verbal para entender lo que ocurre a nuestro alrededor y facilitar un clima agradable.

Pon a prueba tus habilidades comunicativas

Es importante hacer una autoevaluación sobre nuestros puntos fuertes y puntos a mejorar para así poder trabajar en ellos. En el caso de las habilidades de comunicación podemos ver que, si se repiten distintas situaciones, es probable que tengamos que trabajar en nuestra capacidad de transmitir y expresar aquello que deseamos. Te presentamos a continuación algunas de estas situaciones más frecuentes:

  • Nuestros compañeros piensan que somos muy pesados e interrumpimos a las personas. Se dan muchos casos en los que las personas caen mal a sus compañeros porque no dejan de hablar. En la comunicación es muy importante saber escuchar a nuestro interlocutor, ya que si esto no sucede pasamos de tener una conversación a que uno de los interlocutores de un discurso.
  • Momentos incómodos en relación a algo que decimos. Los malos entendidos son comunes en la comunicación entre las personas. Sin embargo, cuando es algo recurrente y empezamos a notar que se genera un clima de malestar a nuestro alrededor, puede que no estemos expresando adecuadamente una broma o formulando bien ironías o sarcasmos.
  • Es muy común que cuando estamos hablando no sepamos qué hacer con nuestro cuerpo. El lenguaje no verbal es una pieza clave de nuestra comunicación ya que complementa y acompaña al lenguaje verbal. Muchas veces, el lenguaje no verbal se considera más importante que el lenguaje verbal, ya que es una pieza esencial para captar la atención del público o el interlocutor.
  • Se dan con frecuencia errores comunicativos cuando explicamos cómo se debe realizar una tarea.  Debemos revisar si ocurre con frecuencia que nuestros compañeros o miembros del equipo realicen erróneamente algunas tareas como consecuencia de que no hayan entendido bien cómo debían realizarla. Es importante evaluar cómo es nuestro lenguaje verbal, tanto escrito como hablado, ya que es muy probable que podamos mejorar en algunos aspectos como la coherencia o el detalle con el que transmitimos algo.
  • Al no poder hablar en público o liderar proyectos y reuniones que requieren tener grandes habilidades de comunicación ha sido más difícil progresar profesionalmente. La comunicación verbal es una capacidad necesaria para poder progresar profesionalmente en la mayor parte de los trabajos. Las empresas buscan el talento técnico, pero también el talento en habilidades personales, como el poder ser un buen comunicador con compañeros, equipo, jefes o clientes. No tener esta habilidad puede ser una limitación a la hora del crecimiento profesional.

¿Cómo puedo mejorar mis habilidades de comunicación?

Es muy importante ser conscientes de los fallos que podemos tener en la comunicación verbal y no verbal, y a partir de ahí podremos definir nuestros objetivos de mejora y cómo podemos alcanzarlos. No es lo mismo que tengamos una dificultad en la escucha activa, a que la tengamos en el lenguaje verbal o no verbal, ya que en función de lo que queramos mejorar realizaremos unas actividades u otras.

Escucha activa

Para mejorar la escucha activa es importante que entrenemos nuestra empatía. Las personas que tienen dificultades a la hora de respetar los turnos de palabra con sus interlocutores no son conscientes de ello. Sin embargo, es algo que resulta muy molesto y genera emociones desagradables en la persona que es interrumpida. Practicar la escucha activa prestando atención a lo que nos dicen y dar señales de que estamos escuchando de forma verbal y no verbal, asintiendo o negando con la cabeza, haciendo pequeños comentarios como “claro” o “si”, para que la otra persona vea que estamos presentes y escuchando atentamente.

Lenguaje no verbal

Muchas personas tienen dificultades a la hora de acompañar el diálogo con gestos corporales acordes a su discurso o conversación. Uno de los mayores puntos de conflicto son las manos, ¿qué hacemos con ellas? Normalmente cuando estamos de pie y si podemos desplazarnos podemos caminar acompañando nuestro discurso con distintos gestos que representen lo que decimos. Para mejorar este aspecto podemos asistir a conferencias online donde poder imitar el lenguaje corporal del ponente y así practicar en nuestra casa, para posteriormente ponerlo en práctica. Cuando estamos sentados las manos o nuestro cuerpo se encuentran más limitados. En estas situaciones es muy útil sujetar un bolígrafo o puntero en la mano y así poder gestionar mejor los nervios y nuestro lenguaje no verbal. También es importante ser conscientes de nuestras expresiones faciales, ya que muchas veces no nos fijamos en ellas y son un elemento esencial en la comunicación. Podemos pedir feedback de algún compañero con el que tengamos confianza o de familiares y amigos para entrenar los gestos que realizamos con nuestro rostro.

Lenguaje verbal

La vergüenza de enfrentarse a un público o a la crítica del mismo hace que frenemos y no avancemos en distintos campos profesionales. Saber comunicar sin que nos tiemble la voz y sin quedarnos en blanco por los nervios se puede aprender, por ello muchas personas acuden a talleres de comunicación o un coach profesional para poder mejorar y crecer en este aspecto. Podemos empezar practicando en casa, mirándonos al espejo y hablando sobre un tema que nos sea conocido y con el que nos sintamos cómodos. Plantear una temática y dar un breve discurso frente al espejo puede ser una buena forma de empezar a practicar y mejorar tanto nuestras capacidades de comunicación como el lenguaje verbal que empleamos para expresarnos.

Comunicarnos de manera eficaz

Algunas personas presentan dificultades a la hora de generar un hilo coherente en aquello que transmiten o en organizar bien la información. Esto suele ser común en personas que quieren transmitir mucho contenido muy rápido y no planifican el hilo conductor de la información para que el interlocutor pueda seguir sin dificultad lo que le están transmitiendo. Para mejorar la eficacia de nuestra comunicación es importante tomar conciencia de que debemos pararnos a pensar en lo que queremos transmitir, tener en cuenta que la otra persona puede que no tenga toda la información que tenemos nosotros y por tanto habrá que explicarle cosas que a lo mejor desconoce. Una vez tengamos esta información presente debemos organizarla y escoger el canal de transmisión más adecuado. De esta manera si se trata de una tarea que requiere de muchos pasos, a lo mejor la comunicación escrita es el mejor recurso para que nuestro interlocutor pueda acceder a la información en cualquier momento.  

En definitiva, tener buenas habilidades de comunicación es indispensable en el ámbito laboral, ya que no sólo puede ayudarnos a mejorar nuestra relación con compañeros y supervisores, sino también a crecer y destacar profesionalmente. Esto nos permite ser más eficaces en nuestro trabajo y poder acceder a puestos de desarrollo profesional sin miedo e inseguridades que nos frenen. Las habilidades técnicas ya no son los únicos objetivos que se buscan entre los profesionales, sino también las interpersonales, y entre ellas las habilidades de comunicación son unas de las más valoradas entre los profesionales de recursos humanos. Utilizar los distintos recursos que tenemos a nuestro alcance y buscar profesionales que nos ayuden a entrenar estas habilidades puede ser un punto indispensable para el desarrollo en nuestro puesto de trabajo. Ello nos permitirá destacar entre el resto de candidatos o simplemente proporcionarnos más confianza y seguridad en la ejecución del mismo.

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