Autoestima
21/9/2019
9
min

Relación tóxica con tu madre. ¿Cómo superar la ansiedad que vives?

Saber mejorar las relaciones tóxicas familiares no es fácil y en todos los casos son situaciones que nos cuesta abandonar, aun sabiendo que resultan dañinas. Cuando pensamos en las llamadas relaciones tóxicas traemos a nuestra mente una relación de pareja mal gestionada. Pero también se pueden dar entre los miembros de una familia, entre compañeros de trabajo e, incluso, entre amigos.

En este artículo te vamos a dar algunas pautas para superar la ansiedad por relación tóxica con tu madre, pero antes vamos a definir el concepto.

Qué es una relación tóxica

Lo primero que debes preguntarte, antes de interesarte por dejar una relación tóxica, es cuándo y por qué una relación puede estar resultando tan dañina. Un gran indicador para saber si la relación con tu madre es de este tipo, es si te sientes mal cuando estáis juntas. Si te sientes manipulada y haces o dices cosas que no quieres, si estás deseando alejarte pero no eres capaz... son señales de alerta.

En tales casos, la relación supone un sufrimiento para ti y, seguramente, también para ella, que intentará llegar siempre un poco más lejos en la manipulación. El desgaste emocional es tan grande que puede desembocar incluso en síntomas físicos, como aumento de la presión arterial y jaquecas. Y, también, en problemas como el estrés o la ansiedad.

Cómo identificar si tienes una relación tóxica con tu madre

Aprender a identificar el comportamiento de tu madre es imprescindible para afrontar la situación y caminar hacia una relación aceptable entre ambas. Es importante destacar que cuando hablemos de dejar una relación tóxica con tu madre, no necesariamente se trate de abandonar por completo el contacto con tu madre o con el resto de tus familiares, sino que es posible redefinir la forma en la que os relacionáis para que sea más sana. Estos son algunos de los indicios que te pueden ayudar para saber si la relación entre vosotras es tóxica.

Personalidad muy controladora

Es la característica más visible de las madres tóxicas, la cual no se limita al hecho de la educación sobre sus hijos, sino que se prolonga durante la edad adulta. Si a tu madre no le convence tu capacidad para decidir sobre tus propios asuntos, quizá está intentando que sigas su criterio a la hora de tomar tu camino en la vida.

Esta forma de comportarse puede producir ansiedad y terminar minando tu autoestima y tu determinación para ser autónoma, un paso imprescindible para alcanzar la madurez. Suele darse con más frecuencia en los casos de madres solteras que han educado solas a sus hijos. Si te parece que es tu caso, debes encontrar la forma de superar la ansiedad por relación tóxica y construir una vida a tu medida.

La proyección sobre su hija

Una madre tóxica tiende a considerar que tú, como descendiente, eres una continuación de su propia vida y que, por tanto, debes alcanzar las metas que ella no alcanzó. En realidad este deseo de proyección lo sufren tanto los padres como las madres, y no solo en la familia monoparental. Se da por hecho que los hijos, al haber tenido más y mejores recursos educativos, deben llegar a cotas sociales más altas.

En este esquema, es vital aprender la forma de romper una relación tóxica que a la larga te pondrá en una situación muy dolorosa: tendrás que olvidar tus sueños para reparar las frustraciones de tu madre.

Desconfianza del entorno

Las madres tóxicas asumen que solo ellas son una buena influencia sobre sus hijos, por lo que el resto de relaciones son inapropiadas e, incluso, dañinas. De esta forma, en muchas ocasiones, tanto amigos, como compañeros y parejas pasan a formar parte del grupo de indeseables que rodean a sus hijos y que nada bueno les van a aportar.

Cuando los hijos son pequeños, la madre puede utilizar su autoridad para impedir al niño relacionarse con las personas que ella considera inapropiadas. Pero en el caso de personas adultas, cuando la autoridad ya no se ejerce de la misma manera, tu madre intentará desacreditar a cualquier persona que tengas cerca y que sea importante para ti, creándote un enorme sentimiento de frustración y posiblemente, de ansiedad. Es vital aprender a cortar estos comportamientos y afrontar la ansiedad por una relación tóxica de esta naturaleza porque, de lo contrario, acabarás con un entorno muy limitado en el que, encima, las pocas personas que estén ni siquiera las hayas elegido tú.

Indiferencia hacia ti

Es otra forma de toxicidad en la relación entre madres e hijas. La excesiva indiferencia de la madre por todo lo que acontece en la vida de sus hijos puede ser causa de frustración constante. No solo no muestra interés por tus problemas, tus logros o tu vida en general. Tampoco muestra ganas de gestionar los roces familiares ni cualquier otro aspecto relacionado contigo.

Esta situación te puede provocar el mismo nivel de ansiedad que en el caso de una madre controladora, y tendrás que aprender a reconocer los signos de toxicidad en la relación de la misma forma.

Cómo dejar una relación tóxica con tu madre sin aislarte de toda tu familia

Antes de pasar a los consejos, es importante destacar que, si te encuentras en las situaciones anteriores, debes reconducir la relación y pedir ayuda si no te sientes segura de poder hacerlo sola. Aquí te vamos a ofrecer algunas herramientas para que puedas trabajar el vínculo con tu madre, sintiéndote libre y bien.

#1.- Toma distancia de ella

Si la relación está muy deteriorada por años de tensión, lo mejor es tomar distancia física, al menos en un primer momento. De esta forma podrás analizar tu relación sin tener la presencia constante y asfixiante de tu madre y sin sus indicaciones sobre cómo debes pensar, sentir y actuar.

Pero si optas por esta solución debes ser consciente de los efectos colaterales que puede acarrearte. En nuestra sociedad los valores familiares todavía están muy arraigados y romper definitivamente con tu madre puede ser motivo de vergüenza social y aislamiento del resto de la familia.

En cualquier caso, no tiene por qué ser una solución definitiva, puede ser temporal hasta que aclares tus ideas y recuperes la estabilidad emocional para establecer cómo dejar una relación tóxica sin consecuencias devastadoras para tu futuro. Únicamente en los casos más severos esta solución será irreversible.

Una de las características de las madres tóxicas es que el sacrificio que supone para los hijos seguir manteniendo contacto con sus madres a veces es tan pesado que la única opción es cortar el contacto con ellas. Por muy dolorosa que pueda resultar esta salida, el sufrimiento irá disminuyendo a medida que pase el tiempo y te acostumbres a la nueva situación.

#2.- Mediando con tu madre

En este caso el esfuerzo será muy grande, no sólo por tener que ser tú quien sepa cómo eliminar una relación tóxica tan peculiar sino porque sobre ti recaerá establecer los límites en vuestra relación. Esta mediación será posible solo si la relación tóxica no se encuentra en un límite extremo o si tu madre tiene realmente miedo de perderte.

Puedes contar con la ayuda de un profesional que te guíe en el camino de la recuperación para, posteriormente, acudir con tu madre a él. El mediador ayudará a modificar los canales de comunicación entre vosotras y a desbloquear los puntos difíciles de la relación, logrando que ambas os sintáis mejor.

También podéis optar por pedir a un familiar cercano a ambas que os ayude y medie entre vosotras, para evitar una ruptura total. Pero muchas veces esto no es posible por dificultad para ser imparcial.

Qué objetivos se consiguen con la mediación

  • Fomentar el diálogo adulto y resolver las diferencias de forma conjunta.
  • Ampliar la comprensión de las dos sobre los deseos y preferencias de la otra persona.
  • Cambiar la actitud de control por parte de tu madre sobre tu vida y tus opciones. Una mediación bien resuelta ayudará a que entienda cuáles son tus capacidades y tus preferencias en la vida, distintas a las de ella.
  • Dar las herramientas necesarias a ambas para fortalecer la relación sobre una base de respeto y aceptación.
  • Ofrecer soluciones concretas y ejercicios para trabajar determinados aspectos que sean especialmente dolorosos o motivos de conflicto.

Cómo se lleva a cabo esta mediación

Aunque, como hemos dicho anteriormente, la mediación la puede realizar una persona que sea de confianza para las dos, si la relación es muy difícil lo mejor es acudir a un profesional. Mediante un protocolo estructurado y en sesiones periódicas, os ayudará a reconducir vuestra relación favoreciendo la comunicación y estableciendo acuerdos que deben ser respetados por la partes.

En la siguiente sesión se revisarán estos acuerdos y se hará un balance de cómo ha sido la relación desde la sesión anterior.

Si ambas estáis motivadas a salvar la relación madre-hija y a conseguir que esta sea satisfactoria para las dos, la solución del mediador es, a nuestro juicio, la más recomendable.

#3.- Aprendiendo a aceptar a tu madre

Si te interesa saber cómo abandonar una relación tóxica por la vía de aceptar las particularidades de tu madre, en este caso, debes intentar restar importante a lo que diga o a lo que haga. Es la opción más difícil de las que te hemos presentado, pero quizás la única viable en el caso de una madre dependiente, anciana o con la que compartes vivienda.

Siempre hay salida

Puedes tener la sensación de estar en una situación sin salida, ya que no puedes optar por ninguna de las soluciones que te hemos planteado anteriormente. Tu madre no está en disposición de acudir a un mediador y no puedes, por los motivos que sean, distanciarte físicamente de ella.

Aunque pueda parecer complicado e irreal, si tu situación es la que hemos visto tienes que hacer un esfuerzo por transmitirle cómo te afecta lo que ella hace y dice sobre tu vida. Sincérate e intenta ser tú la parte mediadora en vuestra relación, para conseguir una relación menos dañina y así trabajar en la aceptación.

Pero que decidas aceptar a tu madre como es no significa que tenga derecho a comportarse contigo de forma opresora. Ni a tener hacia ti un trato déspota. Debes trabajar el no sometimiento a sus caprichos o a sus manipulaciones. Su infelicidad es suya y no debe interferir en la tuya, así que no dejes que descargue sobre ti su propia frustración.

Si decides aceptar la forma de ser de tu madre en vez de romper la relación con ella estás en tu derecho, pero debes poner unos límites y obligarte a respetarlos y hacer que ella los respete.

Si una vez leído el artículo tienes claro cuál debe ser tu camino a tomar con respecto a la relación con tu madre, te animamos a que lo hagas con fuerza y con determinación, sin dejarte envolver en el chantaje emocional. Aprender a superar la ansiedad por relación tóxica es complicado y, si lo necesitas, no dudes en buscar apoyo emocional en tu entorno o en un profesional. Ellos pueden colaborar contigo para que aprendas a desarrollar una relación saludable y satisfactoria.

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