Crecimiento personal
29/4/2020
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Cómo trabajar tu paciencia contigo mismo y con los demás durante la cuarentena

La paciencia es una actitud necesaria en nuestro día a día ya que nos ayuda a gestionar los tiempos y las esperas. A pesar de que se vea determinada por la personalidad y la costumbre, se trata de una capacidad que puede mejorar llevando a la práctica una serie de consejos.En la situación de aislamiento que vivimos actualmente la paciencia adquiere un papel principal en nuestro nivel de bienestar diario. Asumir que existen circunstancias en las que por mucho que actuemos es necesario afrontar la espera es el punto de partida para mejorar la paciencia.Se trata de un rasgo del carácter que resulta necesario entrenar para afrontar un gran número de situaciones vitales, desde aspectos académicos o laborales hasta de ocio o salud. Por eso en este artículo queremos dar una serie de sugerencias para conseguir un grado de paciencia que permita evitar la frustración y regular el estrés.

¿Cómo entrenar la paciencia?

#1.- No lo confundas con apatía

La persona con un nivel de paciencia reducido puede confundir la misma con falta de actividad e incluso pasividad, pero no es lo mismo. La apatía está relacionada con el desinterés o la falta de motivación para algo y la paciencia es saber esperar a que llegue lo que queremos sin sufrir hasta que eso ocurra.

#2.- Reduce la necesidad de control

Es necesario aceptar que muchas cosas no están en nuestras manos y necesitar un ambiente estructurado y sobre el que tengamos total capacidad de control no es posible. El confinamiento que atravesamos actualmente es un ejemplo más de situaciones sobre las que nuestra actuación no determina el resultado y una actitud paciente nos ayuda a gestionar expectativas y tiempos.

#3.- Entiende aquello que te produce más impaciencia

Nada mejor que conocernos para saber qué situaciones hacen que el umbral de nuestra paciencia se supere con mayor facilidad. Reflexionar sobre ellas nos ayudará a marcarnos señales de alarma para evitar que la inmediatez y la frustración se apoderen de nosotros y podamos reducir el nivel de ansiedad antes de que nuestra estabilidad emocional se vea afectada.

#4.- Entrena la respiración y relajación

Son muchos los estudios que demuestran la relación entre la paciencia y el bienestar, determinando que la primera es un factor protector ante alteraciones del estado de ánimo que además potencia la empatía y la gratitud. Una forma de mejorarla es practicar técnicas de relajación, ya que en momentos de intranquilidad estas ayudan a mejorar el grado de aceptación y a relativizarlos.En este sentido, también pueden resultar de gran ayuda las prácticas de movimiento consciente como el yoga. Introducirlos en la rutina, especialmente en la situación actual de aislamiento, ayudan a concentrarse en la respiración y dejar los pensamientos negativos a un lado consiguiendo relajar la mente.

#5.- Analiza el conflicto

Después de tantos días de confinamiento es normal que la pérdida de paciencia haya generado algún conflicto y lo más positivo en este punto es analizar qué ha ocurrido en vez de sumirnos en un sentimiento de culpabilidad. Comprender la situación y considerar los errores cometidos es el punto inicial para sacar conclusiones sobre lo que nos altera más y hacer un esfuerzo por prevenirlo en futuras ocasiones.

#6.- Focaliza tu mente en el aquí y ahora

En la situación actual, ante la ausencia continuada de actividades sociales, familiares o lúdicas de nuestra rutina anterior es frecuente que aparezca la prisa por volver a disfrutarlas y que con el paso de los días la espera sea más difícil. Fijarnos una fecha de vuelta a la normalidad que no coincida con la real puede hacer que la recta final del aislamiento sea muy dura, por tanto, la mejor opción es centrarse en el momento presente y evitar anticipaciones sobre el futuro.

#7.- Busca aspectos positivos de la situación

La pandemia ha frenado nuestras vidas de la noche a la mañana y puede que muchos de los planes que teníamos previstos se hayan visto cancelados o pospuestos. Esperar sin fecha definida para recuperar los aspectos beneficiosos de nuestro día a día puede transmitir inquietud, desesperación y nerviosismo. Sin embargo, sacar lo positivo de lo que está ocurriendo y disfrutar de lo que el confinamiento sí permite puede producir una dosis extra de serenidad y motivación para lo que queda.

#8.- Haz del humor tu mejor aliado

Es cierto que en determinadas situaciones puede resultar complicado utilizar el humor como método de afrontamiento, sin embargo, los efectos beneficiosos del mismo son numerosos. Ser capaz de lidiar con una circunstancia negativa marcando cierta distancia y aplicando un toque de humor favorecerá un estado de ánimo positivo. Se trata por tanto de un mecanismo de defensa que ayuda a la hora de asumir situaciones difíciles tanto internas como externas.Recuerda que la paciencia es una actitud que se puede mejorar con prácticas como las mencionadas anteriormente y que la situación generada por la pandemia es especial y novedosa para todos, lo que nos puede llevar a una gestión emocional poco eficaz en ciertos momentos. Con el tiempo, esos conflictos se transformarán en aprendizaje y experiencia y nos ayudarán a saber controlar la frustración en muchas ocasiones.